Ha sido impresionante, como todo a nuestro alrededor, está mediado, hecho o compuesto por la química. Es esencial desde la formación de la tierra hasta prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana. Desde el aire que se respira, el agua que se consume, los materiales y herramientas que se utilizan para trabajar, entre un sin fin de objetos.Desde hace 3 décadas, se comenzó a utilizar la palabra “verde” asociada con el “ambiente”, figurando tener una relación entre ambas. Hoy en día, gracias a ese término, desde entonces se ha buscado salvaguardar el medio ambiente a base de medidas estrictas para evitar la contaminación y aunada a ello, se han impuesto definiciones, para valorar si la química, pudiera ser verde.

El concepto de química verde, se relaciona con la estructuración de procesos y productos químicos que minimicen o eliminen el uso y producción de substancias peligrosas. Desde 1998, existe esta definición, junto con los 12 principios de la química verde, buscando preservar y valorar cuan respetuosa es una reacción o proceso químico para el medio ambiente.

En ocasiones se confunde el término verde y sustentable, pero la última se expande a sistemas más grandes que solo una reacción, conlleva un enfoque completo en el cual se incluyen la aplicación de la filosofía de la química verde, la ingeniería verde y el establecimiento de un programa totalmente multidisciplinario. O incluso, la química ambiental, se confunde con las anteriores, pero se distingue por ser la química del ambiente natural y de productos químicos contaminantes en la naturaleza.

En la práctica, las tecnologías verdes de nueva generación necesitan la colaboración estrecha entre los factores académicos, industriales y gubernamentales para tener la sincronización adecuada. Afortunadamente, es cada día mayor, el uso de productos verdes, no solo por causas económicas sino por necesidad, como por ejemplo, el empleo de disolventes verdes, catalizadores y fluidos supercríticos. Por lo tanto, es posible conseguir en un futuro tecnologías de ahorro económico mediante la disminución en la generación de residuos y en el uso de energía. Implicando, no solo el beneficio económico, sino medioambiental y sustentable.