El laboratorio es un área potencialmente peligrosa, por su manejo con sustancias químicas, físicas y con materiales corrosivos que en casos graves, comprometen la vida del personal.

La seguridad en el laboratorio es crucial ya que es un lugar de movilización constante. Por ello,  los muebles, bancos, mesas, deben ubicarse en lugares estratégicos, evitando el retraso de tiempo en el muestreo y sobre todo, accidentes del personal con el material manejado. Incluso, hasta el recipiente de basura debe ser contemplado en el diseño, evitando largas distancias entre el manejo y el residuo del mismo material.

Además, el diseño del laboratorio, debe ser basado en la flexibilidad donde el uso de espacio se reduzca en la mayor medida sin comprometer las actividades cotidianas dentro del laboratorio. El mobiliario, recomendado, es el móvil por las transformaciones constantes que existen actualmente en las normas oficiales y leyes de regulación de laboratorios.

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La utilización de gases especiales en el laboratorio es regular. El uso de cilindros como aislante de ellos, puede ser peligroso, ya que si llegase a ocurrir una reacción química adversa, el envase bloquearía la salida del mismo, provocando un suceso eventualmente mortal. Por ello, dentro del mantenimiento del laboratorio, se recomienda evitar cilindros como contenedores de gases, además, su control resulta complicado en caso de incendio y comprometiendo aún más la salud del personal. 

Un punto importante son los desechos y su debido almacenamiento. Debe reservarse un espacio especial para los contenedores de residuos. Pueden ser contenedores de basuras regulares (Papel, madera, vidrio sin residuo químico), contenedores biológicos (envase con material orgánico, resto de sangre, fluidos, etc) y cajas afiliadas con empresas de residuos especializados.

Para aumentar la flexibilidad, se sugiere incluir armarios de uso múltiple, donde por ejemplo, los gabinetes de almacenamiento inflamables se puedan utilizar para otros materiales pero no sea viceversa. El uso de etiquetas magnéticas en los muebles de almacenamiento son ideales ya que se pueden cambiar con el tiempo para evitar desorden en la organización.

El tiempo que pasa el personal en el laboratorio, en su mayoría, es largo. Sus actividades también son las cotidianas, como comer, realiza llamadas, beber incluso dormir. El entorno del laboratorio se compromete con estas acciones, propiciando la contaminación de los estudios por medio de los objetos personales de los trabajadores. Una solución sería localizar las áreas de escritura y ocio fuera del espacio de procedimientos, con una conexión visual adecuada al trabajo experimental. En dado caso que no sea posible, puede acercar lo más posible ambas áreas para facilitar la relajación del trabajador.

La seguridad como se ha visto, es imprescindible de considerar en el diseño del laboratorio. Las buenas prácticas dentro del laboratorio, podrán ampliar su productividad y eficiencia laboral. Finalmente, recordar que su objetivo general será fijo, lo que único dinámico será el diseño del laboratorio, ya que será adaptado a su proyecto.