Dentro de los métodos más empleados para encontrar y detectar los componentes en materiales biológicos o sintéticos está la Cromatografía Líquida de Alta Resolución (HPLC).

 Este proceso químico está fundamentado por la utilización de disolventes orgánicos para análisis de contaminantes o sustancias orgánicas medioambientales. La técnica cuenta con la ventaja que gracias a los avances tecnológicos ocupa un menor tiempo de análisis, evitando el uso excesivo de disolvente. Es por eso que la técnica Soxhlet, aunque no deja de ser efectiva, ha sido reemplazada por la HPLC.

 Actualmente la HPLC, tiene distintas variedades de uso. La clase de fase normal, fue el primer tipo de cromatografía. Este método usa una fase estacionaria polar y una fase móvil no polar que se usa cuando el analito es polar. El uso de los disolventes polares disminuye el tiempo de retención, mientras que disolventes hidrófobos aumentan el tiempo de retención.

 La clase en la fase reversa, es la forma más común de HPLC. En esta técnica de cromatografía de líquidos se usa una fase estacionaria no polar y una fase móvil moderadamente polar. Las características del analito a estudiar son importantes para sus propiedades de retención. Actualmente ésta fase, es la que mejores resultados ofrece para el análisis de las especies moleculares.

 Otra clase de cromatografía es la de intercambio iónico.  Su retención está basada en la atracción de los iones del soluto y la carga de la fase previamente estacionaria. Si el caso tiene la misma carga, son excluidos. Las resinas de poliestireno y la celulosa son algunos intercambiadores de iones que interactúan para corroborar la exclusión deseada.

 La HPLC ofrece una mayor variedad de fases estacionarias, lo que permite una mayor gama de estas interacciones selectivas y más posibilidades para la separación. Por ello, es una de las más importantes técnicas cromatográficas con la que conviene contar en el laboratorio. Sus resultados son obtenidos gracias a su alta resolución, su practicidad de interpretación y su fácil reproducibilidad a través del proceso automatizado.