Las buenas prácticas de laboratorio son una serie de reglas y procedimientos establecidos por organismos como la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), FDA (Food and Drug Administration), La Agencia de Protección Ambiental (EPA), entre otras. A pesar de que estas buenas prácticas de laboratorio no están normadas en muchos países, si se consideran de cumplimiento obligatorio, debido a que es la única forma de asegurar la calidad e integridad de los datos obtenidos en determinados estudios o investigaciones. Dicho sistema establece las condiciones bajo las cuales se planifican, realizan, controlan, registran, archivan e informan los estudios realizados por un laboratorio.
Tenemos en cuenta que en un laboratorio no solo se utilizan equipos analíticos, de digestión, biológicos, también se manipulan sustancias de alto riesgo de herramientas especializadas, de materia corrosiva, y de diversos elementos que, de no ser tratados con sumo cuidado y siguiendo un protocolo, pueden afectar la seguridad de los presentes en la práctica. De hecho, muchas veces los accidentes no van más allá de tirar el equipo o provocar un leve incendio o cortocircuito, pero en ocasiones pueden salirse de control, llegando a consecuencias fatales.
Los accidentes más comunes dentro de la práctica de los laboratorios son los incendios, cortocircuitos, derrame de químicos, inhalación de humo y sustancias tóxicas, quemaduras por químicos, cortaduras por el equipo mal manejado, etc., pero si seguimos como protocolo las medidas de seguridad, el riesgo de estos accidentes puede disminuir drásticamente. Por lo anterior, todos los laboratorios deben contar con medida extremas de seguridad, y todos los ahí presentes deben conocerlas a la perfección.
Es por esto que varias instituciones se unieron para crear el manual de Buenas Prácticas de Laboratorio, o GLP por sus siglas en Inglés. Las GLP tienen 4 principios desde las cuales parten todas las normas:
Instalaciones adecuadas: El laboratorio debe cumplir con todas las normas de seguridad que apliquen para el trabajo que ahí se realiza.
Personal calificado: Se debe proporcionar capacitación continua para garantizar que el personal conoce la técnica y sabe utilizar el equipo o material empleado.
Equipo adecuado y calibrado: Se debe dar mantenimiento continuo a los equipos para garantizar su correcto funcionamiento y calibrarlos de forma regular.
Procedimientos estándares de operación (SOPs): Procedimientos escritos, los cuales deben ser lo suficientemente claros para que cualquier persona que trabaja en el laboratorio pueda seguirlos al pie de la letra. De esta forma se garantiza que todos los técnicos trabajan bajo las mismas directrices
En este sentido, los protocolos de seguridad de un laboratorio tienen muchas coincidencias con los de otras empresas e instituciones, y se dividen en tres grupos con sus respectivos modos de manejo, los cuales se refieren al uso de material y de equipo eléctrico, a los materiales mecánicos y a las sustancias nocivas y tóxicas.
Es importante mencionar que las Buenas prácticas de Laboratorio, son un documento muy extenso que se revisa periódicamente y se le van agregando o modificando algunas cláusulas; pero siempre buscando proteger a las personas, los datos y el medio ambiente. Independientemente de si nuestro laboratorio está regulado o no, debemos cumplir en medida de los posible, todas las normas que están diseñadas para protegernos a nosotros y a nuestros datos.
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