Los materiales termoestables representan desafíos en la producción de piezas ya sea por inyección o impresión 3D a alta velocidad y con alta calidad, por lo tanto, es crucial mantener un control de medición para rastrear e identificar los tiempos de producción óptimos.
Los termoestables son un conjunto de materiales formados por polímeros unidos mediante enlaces covalentes obteniendo una estructura altamente reticulada, es decir, un entrelazamiento transversal de cadenas producido por el calor o por una combinación de calor y presión durante la reacción de polimerización.
Básicamente los polímeros termoestables se obtienen en forma de dos resinas liquidas. Una contiene los agentes de curado, endurecedores y plastificantes, los otros materiales de relleno y reforzantes que pueden ser orgánicos o inorgánicos.
Cuando se mezclan estos dos componentes, se inicia la reacción de entrecruzado, de igual modo que en otros se inicia por calor y presión. Dando como resultado la resistencia mecánica y física, en comparación con los termoplásticos y los elastómeros. Sin embargo, no pueden ser recalentados y refundidos como los termoplásticos, sin mencionar la baja elasticidad dando la característica de materiales frágiles. Esto es una desventaja pues los fragmentos producidos durante el proceso no se pueden reciclar y usar.
De forma general podemos resumir las aplicaciones de los materiales termoestables en la siguiente tabla
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Unos los parámetros característicos de los materiales termoestables es el punto de gelificación o punto de gel, el cual se refiere al momento en el que el material pasa de una manera irreversible de un estado líquido-viscoso a un estado sólido durante el proceso de curado o reticulado, una vez se ha traspasado dicho punto de gelificación el material deja de fluir y no puede ser moldeado o procesado de nuevo. Para poder mantener un control adecuado es necesario centrarnos en el control de las temperaturas y para esto la técnica DSC es más efectivo para rastrear la conversión térmica, así como para identificar tiempos de exposición óptimos.
Te invito a leer “Tracking the complete reaction and the thermal conversion with Photo-DSC”, un artículo de NETZSCH, donde nos mencionan el método más eficaz para el seguimiento de la conversión térmica, así como para identificar óptima tiempos de exposición y la intensidad de la exposición para resinas reactivas.
Otro de los aspectos negativos que presentan los materiales termoestables es su nula capacidad de reciclaje dado a que una vez han solificado o curado es imposible volver a una fase líquida del material, los materiales termoestables tienen la propiedad de no fundirse o deformarse en presencia de calor, antes pasarán a un estado gaseoso que, a un estado líquido, por lo tanto, son difíciles de detectar al momento de reciclarlos. Una solución adecuada es mediante el análisis FTIR, con el sistema adecuado, como el Plastic Analyzer de Shimadzu.
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