Una de las innovaciones científicas realizadas en un laboratorio mexicano está siendo benéfica para la producción del camarón al otro lado del mundo.
La historia es digna de una novela porque tiene un gran inicio, tensión y un final feliz.
El Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) tiene entre sus descubrimientos científicos un proceso que está cambiando la forma de operar en granjas de cultivo de camarón de todo el mundo.
El proyecto está siendo apoyado por la Fundación Newton y la Academia de Ingeniería Británica, ya es parte del programa Leaders in Innovation Fellowships, que reconoce a nivel mundial las innovaciones tecnológicas que ayudan en otras partes del mundo.
Los expertos del CIBNOR trabajaron en técnicas para que la larva de camarón sea más grande, fuerte y resistente. Esto no solo beneficia a su entorno, pues también han potenciado las oportunidades para los acuicultores vietnamitas donde está el 80 por ciento de las granjas de camarón del planeta.
Vietnam es un gran productor de Litopenaeus vannamei o camarón blanco. Sus 95 mil hectáreas para cultivo producen más de 400 mil toneladas al año.
¿En qué consiste la transferencia de tecnología para la ciencia?
Básicamente se trata de suministrar postlarvas de la especie desarrolladas en el el laboratorio. Estas postlarvas ya cuentan con ciertas condiciones de resistencia y linaje superiores a las que se dan en un entorno natural. Son camarones que crecen con mejores parámetros y que aguantan enfermedades como campeones.
Ingenieros mexicanos están dándole clases a sus colegas ingleses y vietnamitas para hacer más próspero el negocio y ellos están encantados.
El Litopenaeus vannamei criado en laboratorios mexicanos ya ha ganado premios debido a sus posibilidades en el negocio.
La tecnología mexicana ya está siendo transferida a otros mercados debido a que cumple con todos los lineamientos económicos y tecnológicos.
Nuevas oportunidades
China es un comprador que está muy interesado, sin mencionar que en México ya hay resultados muy concretos que ha beneficiado a miles de familias que trabajan en la industria.
Los mercados asiáticos son los más beneficiados, pero ya hay otros interesados en adquirir esta tecnología de altos estándares.
Esta es una prueba que las buenas investigaciones pueden surgir en cualquier parte del mundo si se trabaja de manera consistente.
En este caso fue un camarón digno de campeonato, pero en cualquier campo los científicos mexicanos tienen para competir en cualquier mercado, solo es cuestión de creer que se puede hacer.
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