Las organizaciones basadas e impulsadas por el conocimiento fomentan el talento y la competencia entre el personal para ser los mejores dentro de su área, incluso de todo un corporativo o laboratorio. Por lo tanto, el diseño del ambiente laboral, se encuentra dentro de los principales factores de desarrollo competitivo organizacional.

 Antes de realizar cualquier cambio para crear un ambiente productivo dentro del laboratorio, se tiene que entender las maneras en que el personal quiere interactuar con su espacio laboral. Existen dos tipos principales de patrones colaborativos para el diseño del laboratorio, experimentales y computacionales.

 Para los primeros, la mayor parte de la colaboración observada dentro de los laboratorios húmedos ocurrió in situ, en el banco, área de escritura o en una pantalla. Este fenómeno explica cómo los espacios de “colaboración”, frecuentemente no son utilizados por estar separados del laboratorio.

 En cambio, los computacionales, trabajan más como equipos típicos de sectores tecnológicos dentro de áreas cerradas para no perturbar la comodidad del otro personal. Concentrándose en su trabajo en mayor medida que en su colaboración o socialización.

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 Así mismo, en el transcurso del tiempo, ha sido notorio el cambio excepcional de la generación “Baby Boomers” comparado con la “Generacion X” y la generación de “Millenials”. Si bien, los últimos, han sido criticados laboralmente, no hay que  dejar atrás sus innovadoras ideas sobre el diseño experimental del laboratorio.

 Son los principales promotores de espacios de equipo y locaciones en base a sus funciones, no en base a jerarquías. Además, incrementan el flujo de productividad mediante la alta flexibilidad del equipo de trabajo, minimizando el estrés laboral.

 Antes las oficinas privadas se han identificado como una herramienta de reclutamiento necesaria para el talento científico de alto nivel, pero es muy probable que los Mileniales del futuro y actuales prefieran sentarse con su equipo, liberando las oficinas para otros usos.

 Un aportación más de los Millenials son los espacios sociales, quienes juegan un rol importante en el crecimiento cultural y colaborativo dentro de las principales organizaciones mundiales.

 Por ello, el diseño de laboratorio es sin duda alguna, un factor imprescindible de incluir en la planeación del laboratorio. La marcada tendencia al cambio seguirá como hasta la actualidad, sin embargo, sería considerable optar por las mejores ideas de cada generación o diseño experimental para su laboratorio.