El control mecánico es importante en todo equipo de laboratorio para mantener y prevenir exposiciones del personal a sustancias que puedan atentar a sus vidas.

 Es el caso de la cabina o campanas de extracción que sirven para captar los vapores inflamables, irritantes, corrosivos o simplemente tóxicos. Funciona como barrera física protegiendo al operador de muchos peligros inminentes y que podrían alterar estudios de ese momento.

 Para la verificación del buen funcionamiento de las campanas se debe comprobar que la compuerta de entrada se deslice con facilidad ya que puede ser peligroso para el personal el que llegue a ocurrir un accidente por forzamiento de equipo, la altura de la misma debe estar regulada para evitar corrientes parásitas que circulen en el local.

 Además utilizar etiquetas que indiquen la altura máxima de la apertura de la compuerta,  que estén por arriba de los 30 cm significa que pueden causar corrientes de aire no deseadas. Si se está trabajando con sustancias con mayor densidad que el aire, revisar que las tomas de aire inferiores estén libres de obstáculos.

 Como recomendaciones para el equipo de mantenimiento se debe no introducir la cabeza dentro de las cabinas cuando se generan contaminantes, no realizar maniobras bruscas durante las operaciones, retirar los materiales que se encuentran en las campanas y que no serán utilizados en el proceso que se lleve a cabo. Uno de los puntos más importantes a destacar es el no almacenar productos químicos ni aparatos en la campana, ya que esas sustancias deben estar en un lugar seguro y aprobado.